2ª SEMANA DE ADVIENTO

Los padres y madres saben muy bien que para alcanzar una equilibrada madurez humana han tenido que respetar la propia personalidad y dejar ser libres a sus hijos conforme se hacen mayores. Cada uno somos un misterio, un ser singular que puede incluso alejarse de sus seres más queridos, de sus padres, igual que puede alejarse de Dios por el pecado. Y en esta experiencia un buen padre/madre, como Dios, vuelve a demostrarnos que ha aprendido a amarnos con pasión y paciencia. Su perdón reconstruye a la persona caída, le sana al permitirle de nuevo confiar en él mismo, porque su Padre sigue confiando en él. Quizá los Reyes Magos no te traigan juguetes si no te portas bien, pero Dios siempre estará dispuesto a abrazarte cuando vuelvas a su casa.

En el cartel de hoy se lee: El amor de Dios es más grande que mis errores . “No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores” Mc 2,17. La misericordia de Dios en Jesús es un misterio sobrecogedor para nosotros, deseosos en todo momento de justicia, contemplarla en el portal de Belén es hacer una opción de fe por el amor, aunque su triunfo no sea evidente.

Lecturas del segundo domingo de Adviento.

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *